LAS MUJERES DE AUSTEN

Las mujeres de Austen, sus protagonistas sobre todo, representaron la rebeldía a un canon establecido. La obstinación a las prohibiciones para las mujeres de su era. Llenas de ironía y parodias propias para reconvenir a su  tiempo. Necesarias por otra parte para ir abriéndose el camino, y dejar paso, desafiando a las normas establecidas.

Heroínas de Austen que abrirían nuevas puertas para futuras escritoras. A las mentes de sus lectoras, adquiriendo la fuerza necesaria para ganarse así un puesto mejor, el que las corresponde. El personaje de Jeane Austen en sus novelas es eso: la inquietud por las cosas, la constancia y la lucha en el mundo por formar más parte en el. Conseguir sobre todo que la mujer tenga derecho a la educación. A estas lectoras, Austen les transmite, esa pizca de inquietud y curiosidad, que les pica algo más que para ser un maniquí posando ante el cuadro de su señor o dueño. Protagonistas de un hecho, y un peligro a la vez para el hombre, pues las mujeres quieren saber. Ellas, cuando se ponen son más constantes en el estudio que los hombres. Incluso con mejores resultados académicos. Y nadie merece en este aspecto más reconocimiento que ella. Pues esto lo empezó Austen, nadie como ella fue metiendo en pequeñas dosis el regusto a reconocer  y encontrar las virtudes en ellas mismas. Fue ganando el terreno necesario y las introdujo indirectamente en las ganas y ansias por las curiosidades incipientes del saber. Imprescindibles para introducirse y hacerse valer entre la sociedad.