HÉROES SILENCIOSOS
Con
la nueva ley del aborto habría que plantearse: “pequeñines si, gracias,
puedes dejarlos vivir”. Como la niña que se ve en la foto. A la que una ministra
del anterior gobierno en España dijo: “son seres vivos pero no
humanos”. Habría que recordar al igual que en la canción de “El
Partizan”, si esto de las leyes contra el aborto no es más que recordar y
advertir que no se vuelva a repetir el pasado. Pues todos somos seres
humanos, y por lo que se ve esa niñita cruelmente muerta, lo es igual
que un judío, un homosexual o cualquiera que fue asesinado por un líder
nazi que se le ocurrió lo de la selección de las razas...
No podemos caer en la demagogia, y la hipocresía de mirar
a otro lado porque nos venga bien, pues olvidamos lo que llevamos
inscrito en nuestro ADN, la supervivencia de nuestra especie, sea como
sea, y de quien a esta pertenezca. ¿Porque los discapacitados no tienen
derecho a vivir, a respirar como todos? Una pregunta que deberíamos
hacernos todos. Si empezamos así, ¿no acabaríamos poniendo campos de
concentración para los que no son iguales a los demás?
Es cierto que si se crea un ley, habría que reforzar otras posturas, como la de no abandonar a esas madres y familias
que deben acarrear con personas con malformaciones crueles, no
abandonarlas a su suerte, ya que con la crisis pueden no tener nada para
sacarlas adelante. ¿Pero eso no deja atrás mirar
que tienen tanto derecho como otra persona a respirar? Pues acabaríamos
pensando si fuera así, que una persona en el paro y cuyas medicinas
cuestan una fortuna en tiempos de crisis, para su supervivencia, darlas
de lado y considerarlas como un estorbo para el país. Pues los no
nacidos pero en gestación pueden tener los mismos derechos que al ejemplo me refiero.
Con posturas de mirar
hacia otro lado por que una persona viene a la vida en malas
condiciones, llegaríamos a crear nuestros propios y verdaderos
monstruos. Hacer ciudadanos de primera y de segunda no es ético, no va
con la misión
del ser humano, ya que no somos espartanos, pues comprendimos hace
siglos que la lucha del ser humano es la lucha de todos por la
supervivencia de los fuertes y los débiles. Ya que los más frágiles nos
hacen a todos más fuertes para afrontar la vida, el común de los
esfuerzos. Aprendimos ya que las batallas es mejor que no sean para
preparar solo ciudadanos que presten su vida al combate del cuerpo a
cuerpo. Hacer ciudadanos de primera división, es también prepararnos
para el bien de todos, prepararnos para habilitar a esas criaturas de la
naturaleza, a esos héroes silenciosos, que sufren en su malestar y no
pueden sobrevivir por si solos. Seamos todos héroes, no les negemos la
vida, no les quitemos ganarse el poder de ser luchadores de su propia misión,
el subsistir dignamente, con dolor o sin el, pues todos sufrimos y
disfrutamos en este mundo, unos con unas cargas y otros con otras
distintas. Desgraciadamente miles de millones
de niños sufren de hambre en este triste mundo, y no por eso se les
niega la vida. ¿Porque en países civilizados como este hay personas que
si se las niegan, porque no nacen sanos como los demás? Y si en el
transcurso de sus vidas la ciencia pudiera subsanar en algo su malestar,
¿es que entonces no nos podrían reprochar los que sobrevivieran el
porque a los demás como ellos, no los dejamos vivir?
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