Es verdad que a
Julio Iglesias no se le respeta como uno de los más grandes de la canción. La
gran pena es que en el resto del mundo si que se le toma en serio. Nadie como
el escribió al amor, a la pena de un adiós que merecía la pena. No le hicieron
falta aspavientos en el escenario. Ni te tengo ni te olvido. Me olvide de
vivir. No me vuelvo a enamorar. No tuvo que saltar, y ponerse loca desatada entre
aspavientos, como su paralelo dentro del tipo de cantantes de la época, como si
que lo hacia Rafael.
Si sus letras
llegan a la mujer de siempre es porque tocan el fondo de la interesada, ese que
tantas veces reivindican a sus parejas. Con un gesto, con una caricia, con un
sentimiento. Cariños para dar, casi siempre a hombres que no saben apreciarlas.
Ni ver si quiera el fondo que guardan dentro de su alma. No poder seguir
contigo, ni poder vivir sin ti. Esas frases cuyo significado tan bien conocen
las mujeres. Mensajes cifrados para ellas que quedan para la eternidad. Querer
y perder. Mujeres que siempre estuvieron solas, aunque seguían casadas, al lado
de una sombra llena de desprecio. Canciones que les enseñaron lo que querían encontrarse
algún día y nunca lo consiguieron. La música les enseño lo caro de ser feliz,
si el precio es el dolor.
Con Julio Iglesias
descubrimos muchos hombres lo sencillo del destino. Lo cruel de una mentira,
cuando se ama por amar, que el amor se hace rutina. Con Julio supimos muchos
hombres cual es el dolor de una mujer, lo que esconden dentro de su amor,
supimos de sus sueños, aprendimos con sus inquietudes, descubrimos amanecer
abrazados a sus cuerpos y darle el valor al momento. Llegamos a ver el baúl sin
fondo de sus corazones repletos de inquietudes. Sus miles de sentimientos que
guardaban desde hace tanto, desde el silencio, necesitaba que le dijeras, te
quiero, de veras, aunque ella ya lo supiera. Que las mujeres piensan en el
destino que no les haga esperar. Su tiempo es igualmente oro. Ponerse solo un
poquito en su lugar y escucharlas es más que regalarle flores. Son distintas
porque sienten sin límites, en ocasiones demasiado.
Igualmente enseñan
sus letras, algo que desgraciadamente pasa desapercibido para muchos hombres
que son amados. Sus líos, sus misterios, las auto preguntas que se realizan a
si mismas. Que a una mujer le gusta beber en las fuentes del placer, hasta
comprender que no era a el a quien amaba, locuras solo por ellas, las que no
tuvieron. Más ese tiempo que perdió ha de servirle alguna vez cuando se cure su
herida.
Con sus canciones descubrí
tantas y tantas cosas del amor. Que es mejor querer y después perder, que nunca
haber querido. Aprender que un abrazo es descubrir que te pueden querer igual
que ayer, como la primera vez. Que si ella algún día se va, se llevará de un
solo momento la eternidad, que no habrá ya nada, las sombras serán tus
compañeras, si se va. Rememorar y actuar. Con Julio se descubren mundos nuevos.
Como una mujer no descansa por un poco de su atención, por un trozo de su vida,
por un beso nada más, por un roce de su boca, cualquier felicidad seria poca
por un poco de su amor. Pensar ser las dueñas de sus besos, y tener sus caricias.
Es bello imaginar como sería engañar al corazón con la mentira, solo por un
poco de su amor.
Cuando ha alguien
que nos enseña estas cosas en sus canciones y apenas sale en los medios es que
no se le valora y encima, para colmo es nuestro, Español. Siempre iba presumiendo
por el mundo, en China, Japón, como si fuera la Conquinchina. Cosa
que no hacia Rafael y aquí nos hemos vuelto locos con el.
¿Quien ha explicado
mejor al amor? Pues no solo son palabras que se dicen al asar que se dicen sin
pensar, al sonreír, al abrazar. Se va buscando a quien amar, y cuando llega,
llega tarde porque ya hay alguien en su lugar. El amor no sabe de fronteras, de
distancias, ni lugar, no tiene edad puede llegar. Cada día más necesito saber
de ti y luchar los dos por el mismo amor más y más.
Esas cosas, son
las que más valora una mujer, sin modas, las de siempre. Ellas necesitan cada día
más saber de ti. Tenerte a ti. Pocos les preguntan de alguna manera cosas como
estas: ¿Preguntas si te quiero de verdad? ¿Si en la distancia necesito tu
cariño? Si me preguntas yo te quiero contestar que para mí, eres el sueño más
querido.
¿Que cuesta
decirle esto alguna vez a la mujer que te ama?
El amor no son
palabras que se dicen al azar, sin pensar, sino que se dicen al sonreír, al
abrazar. Tú me hablabas del amor y yo aun podía sonreír y ahora te alejas de mí.
Le he pedido al silencio que me hable de ti, he vagado en la noche, queriéndote
oír, y al murmullo del viento le he oído decir tu nombre, GWENDOLYNE...
Ellas necesitan
oír estas palabras alguna vez. Por eso quizás el mundo gira y gira, y sigue con
sabia nueva, la que llevan en sus entrañas, en su mente, en su sentir.
Ellas son mágicas
en estos momentos, y solo como ellas podemos descubrir un nuevo sentir, un
sonido nuevo en el mundo, el que nos pertenece a todos pero solo lo transmiten
ellas.
Ahora se, si fuera mujer, porque me enamoraría de un
hombre que pensara así. Con la magia de Julio Iglesias...